Athenas Alejandra García Pérez
“Toda la diversidad, la hermosura, el encanto de la vida, se componen de luces y sombras”
Ana Karénina – León Tolsói
Morgan (1877) menciona que la religión se ocupa de la naturaleza imaginativa y ha motivado que las ideas religiosas se hayan desarrollado a lo largo del tiempo. Por lo mismo, no han sido muy coherentes para el mundo ya que posee elementos inciertos del conocimiento y de la ciencia. Pero, la vida al igual que muchas cosas, es incierta e inexplicable y es considerada hermosa debido a que no conocemos su razón de ser. Los fenómenos religiosos se refieren a la transformación radical de las estructuras humanas, relacionados con los símbolos y a los actores sociales que desempeñan un papel concreto en el ritual, todo esto vinculado a una sociedad concreta y a un proceso social.
El término “Wicca” proviene del inglés “witch” (brujx), y es un fenómeno religioso neopagano que inicia en las islas británicas a mitad del siglo XX, se le conoce por ser un movimiento ecléctico y descentralizado(Morris, 2006), que se caracteriza por su carácter femenino y la búsqueda del equilibrio entre las energías de la naturaleza que constan de una polaridad masculina-femenina, enfocados a la práctica de rituales mágicos[1] dedicados a la fecundidad y la naturaleza.
La creencia Wicca surgió en 1954 gracias al británico llamado Gerald Gardner, quien aseguró haber retomado prácticas antiquísimas de brujería inglesa Wicca y la incorporó a conceptos modernos, creando así un híbrido de la llamada “brujería moderna”. Lo “moderno” no sólo hace referencia a su actualidad, sino a una diferenciación con el pasado y a lo “primitivo”, lo cual nos dice que la brujería “de hoy” es considerada avanzada, civilizada y urbana; rearticulada en un contexto histórico industrializado (Cunningham, 2003). El símbolo protagónico de la Wicca es la triple luna –o la triple Diosa–. Este se trata de un símbolo popular pagano y wiccano utilizado para representar a la Diosa, donde se muestran diferentes partes del ciclo lunar e indica las tres etapas de la vida de una mujer, así como el ciclo eterno, de nacimiento, vida y renacimiento (ibid.).
México es un país diverso en el que las prácticas religiosas populares dan lugar a nuevas interpretaciones de la religión, alejadas de la institucionalización de la Iglesia y creando un puente entre ésta y la experiencia espiritual individual (De la Torre 2013). La Wicca se contrapuso en México debido a que el catolicismo era una hegemonía religiosa absorbida por una serie de prácticas heterodoxas en las que las raíces indígenas tenían especial peso en una reformulación híbrida que combinaba elementos nueva era y esotéricos con su liberación de la cosmovisión prehispánica, que configura la religiosidad popular en el país(ibid).
Los practicantes de la Wicca en México prefieren denominar su práctica como “estilo de vida”, apoyando esto en la dificultad administrativa de registrar a la Wicca como asociación religiosa según la normativa de la Secretaría de Asuntos Religiosos de Gobernación en México. Este círculo Wicca en México tiene su sistema de creencias, prácticas y ethos, pero es reconocida como Red Integrada Policéntrica Segmentada “SPIN”, estas redes transnacionales se caracterizan por ser segmentadas, policéntricas e integradas al mismo tiempo, el objetivo de este círculo es rescatar el vínculo que la magia tiene con las divinidades y la naturaleza, así como en la vida cotidiana (Hermosillo, 2022). Sin embargo, el imaginario de la bruja contemporánea mexicana no solo es parte de la herencia prehispánica y colonial, sino que también se entrecruza con las nociones que de la magia trae consigo el moderno esoterismo occidental y la Nueva Era, ancladas a una sabiduría en un pasado ancestral.
El título de este escrito es la fusión de la palabra “Wicca” y “Mexicans” (mexicanxs). Con la finalidad de resaltar de manera satírica, la relevancia del tema esotérico dentro de la cultura mexicana. México no solo es “mágico” por la multiculturalidad de sus habitantes, sino por las creencias de estos hacia sus deidades, ya sean prehispánicas, propias o adoptadas, siendo un elemento que debe resaltarse y darse a conocer, dado que es identificativo del resto de las culturas del mundo.
Mi interés por la Wicca ha sido influenciado por la existencia de “brujas natas o blancas”, las cuales son hijas de la Madre Tierra, buscando el bien y equilibrio de esta, de la mano de autores que aquí se citan, permiten una ampliación de mi panorama hacia la religión y la magia misma. Esto me ha dado la capacidad de diferenciar y reconocer que tanto de lo que “sabía” sobre la Wicca era “ficción” y estaba mal expuesto y que incluso ha sido un tema inexplorado, ya que no se tiene alguna referencia que hable sobre la Wicca en nuestro país, el cual no solo es mágico por la diversidad de cultura que poseen sus habitantes, sino por las creencias de estos a deidades -prehispánicas o divinas-.
REFERENCIAS
Cunningham, Scott. Wicca–Spanish Cunningham: Una guía para la práctica individual. Llewellyn Espanol, 2003.
Torre, Renée De la. “La religiosidad popular como “entre-medio” entre la religión institucional y la espiritualidad individualizada”. Civitas – Revista de Ciências Sociais 12, n.º 3 (17 de enero de 2013). https://doi.org/10.15448/1984-7289.2012.3.13013.
Gardner, Gerald Brosseau. Witchcraft today. New York, N.Y: Citadel Press, 2004.
Hermosillo Jaramillo, Belén Citlalli. “Hécate en el ombligo de la luna: relocalización de la espiritualidad wicca en México”. Tesis de doctorado en Ciencias Sociales, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Guadalajara, 2022. https://ciesas.repositorioinstitucional.mx/jspui/handle/1015/1532
Morgan, Lewis H. La sociedad primitiva. ENDYMION, 1877.
Morris, Brian. Religión y antropología: Una Descripción Crítica. Madrid: Una Descripción Crítica, 2006. Sepulveda, Maria Teresa. Magia, brujería y supersticiones en México. Leon, España: Editorial Everest, 1983.
[1] La magia la podemos considerar como la realización del deseo humano, que maneja y controla las fuerzas desconocidas de la naturaleza.