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La narcosatánica y los riesgos de la categorización sensacionalista

Manuel Teofilo Andrade Lobaco

El pasado julio del presente año, 2023, se estrenó en la plataforma digital HBO Max la serie documental “La narcosatánica”1 que narra el caso de “los narcosatánicos” desde la figura de Sara Aldrete y su involucramiento con Adolfo de Jesús Constanzo. En este pequeño texto explicaré un poco sobre el papel de los medios de comunicación en la categorización de estos eventos a partir de un sensacionalismo basado en la poca comprensión de la diversidad religiosa, la manera en la que se retrata esto en la serie de HBO y cierro con una reflexión sobre los riesgos de nombrar desde el desconocimiento, el etnocentrismo o la búsqueda de querer “vender” una noticia o una investigación.

El caso de los “narcosatánicos” fue retratado por los medios de comunicación como un grupo con relaciones con redes de narcotráfico que secuestraban y asesinaban a presas humanas para utilizarlas en pactos satánicos en la ciudad de Matamoros. Dicho fenómeno mediático causó revuelo en el público mexicano pues brindaba material que ayudaba a saciar una búsqueda de morbo por parte del público consumidor de noticias.

Es comprensible el interés, miedo y morbo que causaba en el público contemporáneo el caso de un grupo de narcotraficantes que mataban personas para adorar al diablo en misas satánicas. Los “narcosatánicos” fue un caso que estimulaba la mente morbosa del público que se imaginaba elaborados y sanguinarios rituales blasfemos y oscuros que utilizaban ofrendas humanas para alabar y solicitar favores del villano más terrorífico de la cosmovisión cristiana: Satanás. Esta mediatización siguió la línea del fenómeno estadounidense del “satanic panic”, un miedo social hacia el satanismo como una religión teísta que creía y adoraba al demonio como ser real en prácticas anticristianas2. Los medios de comunicación, por su parte, ayudaban a reproducir y reforzar este imaginario al producir reportajes señalando la presencia de presuntas congregaciones satánicas en una comunidad o dando voz a grupos cristianos conservadores señalando supuestos simbolismos demoníacos detrás de productos culturales populares, muy en sintonía con el miedo social  actual hacia nuevos objetivos abstractos como el “comunismo” o la “ideología de género”3.

Así como hoy se queman libros de texto por considerarlos comunistas o se niegan identidades y expresiones de género no hegemónicas por considerarlas como una afrenta a la sociedad, en estas décadas se alimentaba la curiosidad del público con la posibilidad de que una caricatura tuviera mensajes subliminales demoníacos o que tu vecino pudiera ser satánico y hacer rituales con víctimas y restos humanos sin que tú lo supieras. 

La serie que aquí nos concierne muestra un poco de cómo se construyó el discurso mediático de los “narcosatánicos” y se esmera en aclarar muchas de las leyendas construidas a su alrededor, todo desde la figura de Sara Aldrete. Se exponen entrevistas a editores y reporteros que cubrieron el caso quienes narran que, por la evidencia de cuerpos encontrados en las propiedades de este grupo y su presunta relación con redes de narcotráfico, decidieron apodarlos como un grupo de narcotraficantes adoradores del diablo. Esto a pesar de que Jesús Constanzo fuera un líder espiritual del palo mayombe, una religiosidad de origen afrocaribeña en la que no aparece la figura del Satanás y cuyas doctrinas y valores son ajenas al binomio cristiano de bueno/malo. En extractos de entrevistas con Sara, ella nos explica cómo fue apadrinada por Constanzo, cómo entró a esta espiritualidad e inclusive se nos explica un poco sobre la santería, el palo mayombe y aclara algunos estigmas alrededor de estas espiritualidades.

Es fácil comprender la postura de los periodistas quienes, por una parte, buscaban vender historias a partir de titulares atractivos que pudieran vender. Pero también es probable el genuino desconocimiento que pudieron haber tenido sobre las religiosidades afrocaribeñas y, por lo tanto, hayan tenido una forma limitada de categorizar y nombrar los eventos que cubrían.

Para aclarar esto, les invito a realizar un ejercicio. Supongamos que vamos a un cerro ávidos de tener un contacto con la naturaleza. A lo lejos vemos un animal que no alcanzamos a distinguir, recordamos las narraciones locales sobre el chupacabras y empezamos a fantasear sobre cómo le narraremos a nuestros amigos nuestro encuentro con este personaje mítico. Nos acercamos y vemos que más bien se trata de un perro de una raza desconocida. Tenemos diferentes opciones: podemos reconocer nuestro error y hablar de un perro extraño; podemos negar su carácter de canino doméstico e insistir que se trata de un ser desconocido como consecuencia de tener muy arraigadas las narraciones de monstruos y lo identificamos bajo esa categoría, o bien podemos deliberadamente ignorar nuestro desengaño y contarles a nuestras amistades sobre nuestro encuentro con el chupacabras.

Los periodistas tuvieron opciones similares y decidieron continuar con la narrativa de los “narcosatánicos”. Por su parte, la serie busca brindar datos para esclarecer este fenómeno, pero ya desde el título y la imagen promocional continúan reproduciendo el sensacionalismo con una consciente apelación a lo tétrico, oscuro y “satánico”. Nos queda claro que Sara Aldrete (independientemente de su inocencia o no de los cargos a los que se enfrenta), será eternamente catalogada como narcosatánica.

Este caso nos muestra los riesgos de categorizar fenómenos sociales con fines sensacionalistas o bien a partir de una visión cerrada y etnocentrista. Espero que esto pueda ser una oportunidad de reflexión para periodistas o cientistas sociales para que tengamos más cuidado al momento de nombrar y categorizar nuestros fenómenos de estudio pues las consecuencias pueden ser de larga duración, generar y reforzar estereotipos y, lo peor de todo, marcar a una persona de una manera errónea de por vida.

Notas:

1HBO Max, “La narcosatánica (HBO)”. Serie documental. https://www.hbomax.com/mx/es/series/urn:hbo:series:GZJNAsgnKyqKZwgEAAA7F (Consultado el 11-09-2023)

2Para conocer más sobre el tema véase, Seminario de Intersecciones de lo Religioso. “¿Alabado sea Satán? Aproximaciones al satanismo ateo”. YouTube, 22 de junio de 2023. Video. https://www.youtube.com/watch?v=G20w8q7rGQc.

3Véase Erick A. Paz González, “¿Van por nuestros hijos? Comunismo, conservadurismos cristianos y libros de texto en México”, Intersecciones Religiosas. Blog, 15 de agosto de 2023. https://interseccionesreligiosas.org/van-por-nuestros-hijos-comunismo-conservadurismos-cristianos-y-libros-de-texto-en-mexico/

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