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El chamanismo y la secularización en Corea del Sur: La destitución de la presidenta Park Geun-Hye en 2016 (Parte 1)

Gabriela Morgado Cervantes

Dentro del contexto espiritual coreano, el chamanismo o mejor conocido como Musok (무속) o Mugyo (무교) es un conjunto de creencias religiosas o religión popular (folk religion) que se basa en la creencia que la naturaleza y los ancestros tienen el poder de cambiar el rumbo o fortuna de la vida, por lo que es vital comunicarse con éstos por medio de rituales de chamanes para pedir su suerte y bendiciones, ya sean físicas o espirituales. Dichos rituales son conocidos como gut (굿) y tienden a consistir en altares de ofrendas con objetos específicos y comida, en el cual, la chamana realiza un ritual –que involucra danza, canto y música– en el que se comunica con el espíritu para pedir buena fortuna para la persona o grupo que la haya convocado. La figura del Chamán o Mudang (무당) tiende a ser una mujer[1] con la capacidad de comunicarse con espíritus; dicha capacidad se puede ubicar en mujeres que experimentan la “enfermedad del espíritu” o Shinbyong (신병). Para ejercer el chamanismo se tiene que experimentar el Shinbyong para después pasar por una amplia preparación espiritual aislada de la sociedad. (Howard, 1998)

Estas creencias llevan siglos en práctica, surgieron incluso antes de que la península coreana formara parte del Tianxia (天下) o Sistema de Tributos liderado por China[2]. De ahí que sea considerada la única forma religiosa totalmente nativa de la península coreana. Sin embargo, a lo largo del tiempo ha pasado por procesos de sincretismo al ir adaptando elementos de otras creencias como el budismo, confucianismo y cristianismo. El chamanismo ha acompañado la vida espiritual de las y los coreanos por siglos, por lo que se ha incorporado como parte central de su cultura tradicional.

Un aspecto vital y particular del chamanismo es que está muy enfocado en llenar las necesidades y metas materiales de las personas. Por ello, muchos de sus rituales están enfocados a mejorar la salud o también a aumentar la riqueza.

Actualmente, Corea del Sur es un país sumamente industrializado dentro de los márgenes de la modernidad capitalista. Sin embargo, la práctica de religiones no oficiales como el chamanismo siguen siendo sumamente comunes a lo largo del país en personas de todo estrato social. Las chamanas son especialmente buscadas para ejercer rituales para atraer riqueza o prosperidad. Incluso, la población coreana practicante oficial de una religión sigue incursionando en prácticas religiosas populares, tales como el chamanismo.

Se puede decir que el chamanismo es una práctica sumamente adaptable ya que ha sabido prevalecer durante las dinastías coreanas, la colonización japonesa, hasta el mundo globalizado actual. Específicamente, al hablar de la globalización como fenómeno proveniente de las dinámicas capitalistas, la vida se vuelve aún más acelerada y se llena de productividad y consumo, por lo que las personas se ven obligadas a incorporarse en estas dinámicas para sobrevivir. Frente a estas dinámicas caracterizadas por la incertidumbre, sociedades como la surcoreana, han recurrido a prácticas religiosas para responder a su realidad. (Aguilar, 2002)

Algo que es vital mencionar para entender el papel actual del chamanismo en la esfera tanto pública como privada es que resulta vital su categorización como religión popular, especialmente en el caso de la destitución de Park en 2017, porque condiciona la manera en la que se desenvuelve esta práctica religiosa en la sociedad coreana. Se podrá observar que la construcción de la secularización en Corea del Sur se legitima por el reconocimiento de religiones denominadas “oficiales”, pero esto implica la exclusión, represión e incluso violencia a prácticas religiosas “populares”.

La institución religiosa y la secularización del Estado Coreano moderno

La construcción secular actual de Corea del Sur fue influenciada por la colonización japonesa y por la posterior construcción de la identidad nacional surcoreana durante el proceso de modernización e industrialización. Históricamente las sociedades confucianas son inherentemente “seculares”, ya que la esfera religiosa siempre estuvo separada de la estatal. Sin embargo, la construcción moderna de lo religioso y lo secular llega a la Península Coreana por medio de la invasión y posterior colonización japonesa.

La secularización forzada de parte del imperio japonés a una sociedad ya secular resultó en el mayor acercamiento a las religiones oficiales y no oficiales como forma de resistencia. Esto hace que Corea se dirija hacia un camino diferente de secularización, respecto a la teoría tradicional occidental de la secularización. (Park, 2018)

La secularización en Corea durante la colonización japonesa fue sumamente estratégica, ya que existían religiones aprobadas por el gobierno imperial para ejercerlas públicamente, pero también habían otras que se consideraban pseudo-religiones que fueron desplazadas porque no se alineaban a la modernización japonesa. Respecto a esto, Josephson (2018) menciona que en la colonia comienza a existir una interacción entre lo secular, lo religioso y lo supersticioso; en el cual se excluyen y desplazan prácticas religiosas como el chamanismo a la esfera privada.

A lo largo de la colonia, grupos rebeldes comienzan a organizar de mano de diversas iglesias, especialmente la cristiana, movimientos independentistas (Murayama, 1935). Después de la independencia del Imperio Japonés y la Guerra de Corea; la península quedó devastada y separada. En el sentido religioso, la ahora Corea del Norte se construye como un Estado totalmente secular y laico, el cual rechaza totalmente cualquier tipo de religiosidad, siendo un reflejo fiel de las ideas marxistas respecto a la religión donde existe una total separación del mundo material del espiritual. Por su lado, Corea del Sur recibe a todos los cristianos desplazados del régimen de Kim Il-sung, quienes comienzan a representar un lobby importante en el gobierno de Syng-man Rhee y después en la dictadura militar de Park Chung-hee.

Es vital entender la división de la península coreana como un proceso complejo que tuvo un fuerte impacto en diferentes aspectos, como lo es la religión. Esto se puede ver en las fuertes migraciones de personas religiosas –en su mayoría cristianos– hacia Corea del Sur, debido a que el régimen norcoreano no acepta a las prácticas religiosas por su visión materialista de la realidad en la que la religión no apoya en el cambio hacia un régimen socialista y luego comunista. En cambio, en Corea del Sur, desde el gobierno de Rhee, se impulsa abiertamente la libertad religiosa en el país, lo permite observar que el aparato estatal abraza a las comunidades religiosas recién llegadas y las apoya en su papel como actores sociales.

Por lo anterior, autores como Choo (2024) afirman que la libertad religiosa fue una razón simbólica que demostraba la superioridad de Corea del Sur frente a Corea del Norte. Entonces, se puede afirmar que la religión asume el rol de elemento diferenciador de Corea del Sur respecto al Norte y, por tanto, parte de su idea de nación se basa en la construcción de una secularización en el que les permite a grupos religiosos participar de manera activa en la sociedad.

Sin embargo, era selectiva la libertad religiosa de la que tanto se jactaba Rhee y posteriormente Park Chung-hee durante su gobierno dictatorial. Durante este periodo, Park estableció lazos estrechos con diversos grupos cristianos, los cuales influyeron directamente en su mandato. Por un lado, el gobierno generó las condiciones venéreas para el desarrollo social de grupos protestantes, católicos y budistas. El aumento de la influencia social de estos grupos religiosos se ve directamente reflejado en al aumento exponencial de creyentes de estas religiones en el país en la segunda mitad del siglo XX. Por el otro lado, Park impulsa leyes como Ley de Protección a la Propiedad Cultural (1962) donde se pretende:

recuperar ciertos elementos culturales tangibles e intangibles nativos de la península; los cuales servirían como herramientas para ir construyendo una identidad nacional surcoreana que recupere aspectos ancestrales, pero que también se adapten al plan de modernización e industrialización (Park, 2018, p. 648).

El chamanismo quedó fuera de esta ley, lo que ocasionó que se le perciba como atrasado y que se le excluya de la construcción de lo nacional.

Simultáneamente, Choi Tae-min, un monje budista convertido al catolicismo, comienza a posicionarse en la esfera política como el líder del movimiento religioso “Vida Eterna” donde se mezclaban ideas del budismo, cristianismo y chamanismo coreano. Choi se vuelve sumamente cercano a la familia presidencial, especialmente a la hija de Park Chung-hee, ya que éste proclama que puede comunicarse con el espíritu de su madre asesinada. Con el apoyo político de la presidencia, fundó diversas organizaciones religiosas y funge como el mentor de Park Geun-hye hasta su muerte en 1994.

Entonces, se puede observar que se fue construyendo una secularidad no necesariamente flexible en términos de Casanova (2012) porque no se puede observar una coexistencia pacífica entre todas las prácticas religiosas y el Estado porque no se reconoce la existencia del chamanismo como religión oficial y pasa a ser algo que se denomina como fraudulento o supersticioso, a pesar de ser una práctica que ha moldeado la vida espiritual en la península por siglos. En esta línea, Park incluso llegó a implementar una “Campaña de Antisuperstición” que proyectaba al chamanismo como una práctica malvada y hereje.

Referencias

Aguilar, A. (2002) Globalización y Capitalismo. UNAM, Primera Edición, México.

Baker, D. (2021). Creating the Sacred and the Secular in Colonial Korea. Journal of Korean Religions, 12(2), 69–103. https://www.jstor.org/stable/27092364

Casanova, José. (2012). Capítulos 1 y 2. En Genealogías de la secularización. Anthropos/Universidad Nacional Autónoma de México.

Choo, K. (2024). Porous secularity: Religious modernity and the vertical religious diversity in Cold War South Korea. ResearchGate. https://www.researchgate.net/publication/382590038_Porous_Secularity_Religious_Modernity_and_the_Vertical_Religious_Diversity_in_Cold_War_South_Korea

Choi, H. (2016), “Pr   esident Park Denies Rumors About Shamanist Exorcisms in the Blue House,” The Hankyoreh, November 8, 2016, available at: http://www.hani.co.kr/arti/english_edition/e_national/769353.html.

Cruz, K. (2011). Shamanism in Korea. Embassy of the Republic of Korea to Norway. https://overseas.mofa.go.kr/no-en/brd/m_21237/view.do?seq=141&srchFr=&srchTo=&am

Engelke, M. (2009). Strategic Secularism: Bible Advocacy in England. Social Analysis, 53(1). doi:10.3167/sa.2009.530103

Howard, K. (1998). Korean Shamanism: Revivals, Survivals, and Change. Seoul: Royal

Josephson, J (2012). The Invention of Religion in Japan. Chicago: The University of Chicago Press.

Kendall, L. (1996). Korean Shamans and the Spirits of Capitalism. American Anthropologist, 98(3), 512–527. http://www.jstor.org/stable/682720

Kendall, L. (2009). Shamans, Nostalgias, and the IMF: South Korean Popular Religion in Motion. University of Hawai’i Press. http://www.jstor.org/stable/j.ctt6wr1sh

Kendall, L. (2010). Old Gods, New TImes: A Shaman Ritual in South Korea. Asianstudies.org.https://www.asianstudies.org/publications/eaa/archives/old-gods-new-times-a-shaman-ritual-in-south-korea/#:~:text=In%20kut%2C%20the%20shaman%20puts,of%20drum%20beats%20and%20dancing.

Kim, A. E. (2000). Christianity, Shamanism, and Modernization in South Korea. CrossCurrents, 50(1/2), 112–119. http://www.jstor.org/stable/24461237

Kim, A. E. (2005). Nonofficial Religion in South Korea: Prevalence of Fortunetelling and Other Forms of Divination. Review of Religious Research, 46(3), 284–302. https://doi.org/10.2307/3512557

Kim, H. (2012). Ancient to modern secular changes in Korean stature. Journal of Human Biology. https://www.researchgate.net/publication/221771303_Ancient-to-modern_secular_changes_in_Korean_stature

Lee, J. (2022). The Assemblage of Korean Shamanism: Mediatization and Territorialization. Researchgate.net. https://www.researchgate.net/publication/364581644_The_Assemblage_of_Korean_Shamanism_Mediatization_and_Territorialization

Murayama, Chijun, Chosen no ruiji shukyo (Keijo: Chosen Sotokufu, 1935), 838-40.

Myo-Ja, S. (2016). “Shamanistic cult linked to president”. Korea JoongAng Daily. https://koreajoongangdaily.joins.com/2016/10/27/politics/Shamanistic-cult-linked-to-president/3025424.html

Redacción (2016). South Korea’s president fights impeachment and other demons. The Economist.https://www.economist.com/asia/2016/12/17/south-koreas-president-fights-impeachment-and-other-demons

Ryu, T. (Sin Año). Shamanism: The dominant folk religion in Korea. Yonsei University. https://www.researchgate.net/publication/221771303_Ancient-to-modern_secular_changes_in_Korean_stature

Seo, J. (2013). The role of shamanism in Korean society in its inter- and intra-cultural contacts. Dissertationes Folkloristicae Universitatis Tartuensis

Park, S. (2018). The Politics of Impeaching Shamanism: Regulating Religions in the Korean Public Sphere. Journal of Church and State, 60(4), 636–660. https://www.jstor.org/stable/48555178

Piispa, K. (2018). Scandals, Shamans, and Samsung: framing analysis of media coverage on the Choi Soon-sil Gate. Helsinki.Fi. https://helda.helsinki.fi/bitstreams/52ea137d-21c9-4bad-a36f-bb6fefd690b3/download Wohlrab-Sahr, M. & Burchardt, M. (2012). “Multiple secularities: Toward a cultural sociology of secular modernities”. Comparative Sociology, 11(6), 875-909.


[1] Aunque sólo representan un pequeño porcentaje en el chamanismo, existen hombres chamanes y conocidos como baksu (박수) or baksa (박사)

[2] Este sistema (S. XIV-XIX) se basaba en el papel de la península coreana y Japón como “vasallos” de China, fue un sistema basado en la paz y coexistencia.

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