Manuel Andrade Lobaco
Para muchas personas, hablar de religión en intersección con el género y la diversidad sexogenérica podría parecer como una contradicción. ¿No son las religiones abrahámicas patriarcales y, por lo tanto, misóginas y con poca tolerancia hacia las diversidades sexogenéricas? ¿No ha sido la religión cristiana la que ha ayudado a perpetuar el binarismo y esencialismos de género en el mundo occidental? ¿Acaso no Foucault nos enseñó que las consideradas “anormalidades sexuales” nacieron en la modernidad como herederas de los pecados cristianos?[1]
Ver al fenómeno religioso únicamente desde esta manera es comprenderlo desde una perspectiva muy limitada. No sólo ignoramos las tensiones y diversidades dentro de los mismos sistemas religiosos, sino que dejamos de lado un aspecto crucial: la experiencia religiosa de lxs creyentes.
Como seres humanos, tenemos una complejidad de características que nos hacen seres únicos. Tenemos la capacidad de construirnos a nosotrxs mismxs y de vivir nuestras experiencias eróticas, sexuales y espirituales de una manera singular. Por otra parte, no podemos negar las implicaciones de pertenecer en contextos sociales determinados. Desde el momento en que nacemos, lo hacemos en un ámbito familiar con cierta manera de vivir la religiosidad en una sociedad particular. Además, se nos asigna un género con derechos, restricciones y expectativas dadas que nos marcan profundamente. A lo largo de nuestras vidas, nuestras experiencias espirituales, emocionales, eróticas y corporales nos llevan a lidiar con dichas estructuras en las que somos arrojados al momento de ver la luz por primera vez.
Muchas personas no tienen TANTO problema incorporando, aceptando y reproduciendo las instituciones sociales hegemónicas. Para estas, cualquier cambio se puede volver una amenaza en mayor o menor medida.
Las luchas por la liberación sexual, el empoderamiento de las mujeres y el reconocimiento de la diversidad de vivir la sexualidad y las identidades y expresiones de género desafían los valores, antropologías y formas de comprender a la experiencia humana tradicional. Las instituciones que reproducen y buscan conservar estas estructuras rígidas se alinean en muchas ocasiones con sistemas religiosos cuyas doctrinas ayudan a fundamentar dichos valores.
Tal pareciera que vivimos en un mundo desacralizado y secularizado. Sin embargo, la evidencia en el mundo occidental, como lo es el caso de Latinoamérica, nos ha mostrado que la laicidad es un “tipo ideal”, más no una realidad empírica en su totalidad. Al ver desafiados sus intereses y las estructuras en las que encuadran la sexualidad humana, movimientos de base religiosa buscan inferir en búsqueda de un conservadurismo[2].
Pero, así como hay esfuerzos por frenar los cambios, muchas otras personas, cuyas experiencias sexogenéricas no se amoldan en estos modelos hegemónicos, continúan viviendo su espiritualidad desafiando los modelos, estereotipos y convenciones sociales y religiosas. Es por esto por lo que los estudios sobre la intersección entre la religiosidad con los feminismos y las experiencias sexogenéricas disconformes son tan importantes hoy en día.
Es en este contexto que el Seminario de Intersecciones de lo Religioso edita su segundo libro: Divino DesafiArte. Cruces y tensiones entre lo religioso, los feminismos y las disidencias sexogenéricas. Esta obra –coordinada por la doctora Cristina Mazariegos y le doctore René Tec-López– nos muestra las complejas relaciones entre la religión, el género, los feminismos y la diversidad sexual. Aquí podemos encontrar resultados de investigación sobre fenómeno religioso desde una perspectiva de género, así como reflexiones de personas inmiscuidas en las causas de visibilizar las experiencias de las mujeres y personas queer en el fenómeno religioso.
Uno los mayores aportes de esta obra es que se aleja de los trabajos académicos tradicionales y se centra en aspectos experienciales. Además, se entremezcla con obras artísticas como poemas y arte gráfico que acompaña a los trabajos de investigación, entretejiendo así una obra que desafía los estereotipos religiosos, sexuales, de género y académicos.
Por todas estas razones invitamos al público, especializado o no en estos temas, a que consulte este material de libre acceso para sumar al conocimiento y las discusiones sobre estos temas tan presentes en la contemporaneidad.
Pueden descargar de manera gratuita el libro Divino DesafiArte. Cruces y tensiones entre lo religioso, los feminismos y las disidencias sexogenéricas en el siguiente enlace:https://interseccionesreligiosas.org/publicaciones/
[1] Foucault, Michel. La Voluntad de Saber (Historia de la Sexualidad). Siglo XXI Ediciones, 2002.
[2] Vaggione, Juan Marco. “La Iglesia Católica frente a la política sexual: la configuración de una ciudadanía religiosa”. Cadernos Pagu, n.º 50 (2017). https://doi.org/10.1590/18094449201700500002.